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La contraseña más cara de la historia de la humanidad
Stephan Thomas, un programador de San Francisco, podría ser multimillonario si no fuera por el problema de memorizar las contraseñas.
Su contraseña debe contener letras, números, un principio, un final y un símbolo secreto.
En 2011, uno de los primeros fanáticos de bitcoin le dio a Stephan 7.002 bitcoins como agradecimiento por el video animado creado por el llamado. "Qué es bitcoin?", pero la contraseña de la billetera electrónica se perdió ese mismo año.
Y casi nadie estaría demasiado preocupado por esto si el precio del bitcoin no hubiera subido a un récord de decenas de miles de dólares, lo que significa que en junio de 2023 el valor de la billetera electrónica de Stephan ascenderá a más de 173 millones de dólares. Sólo una contraseña lo separa de la conspicua riqueza guardada en su pequeño disco duro IronKey.
IronKey es famoso por no tener una función de recuperación de contraseña y solo le brinda diez intentos al usuario para recuperar su contraseña antes de bloquear y cifrar los datos para siempre. El desafortunado programador perdió hace muchos años el trozo de papel en el que estaba escrita la contraseña de IronKey, por lo que Stephan casi sufrió un ataque de nervios al intentar recordar el código.
Muchos de los que compraron bitcoins hace aproximadamente una década no podían decir con seguridad que los tokens valdrían algo en el futuro y no le dieron mucha importancia a sus billeteras criptográficas. Pero años más tarde, cuando quedó claro que las criptomonedas se habían convertido en un actor de pleno derecho en el mercado financiero y que Bitcoin podía retirarse oficialmente de las carteras criptográficas blancas, muchas personas sufrieron un verdadero ataque de nervios debido al olvido de contraseñas.
Estaba acostado en la cama pensando en la contraseña. Luego fui a la computadora con una nueva estrategia y con cada nuevo fracaso me desesperaba más y más
Stephan Thomas, el afortunado propietario de 7.002 bitcoins en una billetera electrónica
Después de 8 intentos fallidos, Stephan guardó el disco duro en un lugar seguro para preservar su salud mental y poder desbloquearlo cuando la tecnología pueda hacerlo.
Y si en el pasado no existía ninguna solución para protegerse contra tales situaciones, hoy en día, con el desarrollo de las tecnologías modernas, es posible autenticar la identidad de un usuario mediante la biometría, en particular su rostro. Además, para trabajar con intercambios de criptomonedas a través de un filtro fiduciario, se requiere una verificación KYC (Conozca a su cliente) completa, que se puede realizar tanto de forma manual como automática.
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En cuanto a Stephan en esta situación, le deseamos suerte. Después de todo, todavía le quedan dos intentos.